Decidir acudir a terapia es un paso importante y, a veces, puede generar dudas. Muchas personas creen que solo deben buscar ayuda psicológica cuando están atravesando una crisis severa, pero la realidad es que la terapia puede beneficiar a cualquier persona que quiera comprenderse mejor, gestionar sus emociones o mejorar su bienestar.

Algunas señales que indican que la terapia podría ayudarte incluyen:

• Sentimientos de ansiedad, estrés o tristeza persistente.
• Dificultad para manejar conflictos personales o de pareja.
• Sensación de estancamiento o falta de propósito.
• Problemas de autoestima o inseguridad.
• Dificultad para regular emociones o tomar decisiones importantes.
• Necesidad de un espacio seguro para expresarte y reflexionar sobre tu vida.

Mi enfoque terapéutico es integrador y feminista, lo que significa que adapto las herramientas y técnicas a las necesidades de cada persona, combinando diferentes enfoques psicológicos para ofrecer un tratamiento flexible y personalizado.

La terapia integradora se basa en la idea de que no existe un único método que funcione para todas las personas. En mis sesiones, utilizo herramientas de:

• Psicoterapia humanista (centrada en la autenticidad y el crecimiento personal).
• Terapia cognitivo-conductual (identificación y modificación de pensamientos negativos).
• Psicodinámica (exploración de la historia personal y su impacto en el presente).
• Terapia gestáltica (focalización en el «aquí y ahora» y la expresión emocional).

Por otro lado, la terapia feminista parte de la premisa de que nuestras experiencias están influenciadas por el contexto social y cultural. No se trata solo de trabajar el bienestar individual, sino de analizar cómo las desigualdades de género, las expectativas sociales y las estructuras de poder pueden afectar la autoestima, la salud mental y las relaciones.

Este enfoque te ayudará a comprender mejor tu historia personal en relación con el mundo que te rodea, promoviendo el empoderamiento, la autonomía y el bienestar emocional.

La duración de la terapia es un proceso único para cada persona y no se puede predeterminar. La clave está en tus objetivos y en tu ritmo individual.

Algunas personas buscan abordar una dificultad concreta y pueden ver cambios en pocas sesiones. Otras prefieren un trabajo más profundo de autoconocimiento y desarrollo personal, lo que puede requerir un proceso más largo.

En las primeras sesiones, evaluaremos juntos tu situación y definiremos un plan de trabajo. La duración final dependerá de factores como la complejidad de tu situación, la frecuencia de las sesiones (semanales, quincenales, etc.) y, sobre todo, tus necesidades individuales.

Con un enfoque flexible y adaptado a tu proceso, avanzaremos a tu ritmo hasta que sientas que has logrado los objetivos que te propusiste.